Ginebra, 25 abr (EFE).- En el marco del Día Mundial de la Lucha contra la Malaria, la Organización Mundial de la Salud (OMS) destacó los avances logrados en la erradicación de la enfermedad, que han permitido salvar unos 13 millones de vidas desde el inicio del siglo XXI. Sin embargo, la malaria sigue siendo responsable de la muerte de alrededor de 600.000 personas cada año, en su mayoría en África, lo que subraya la magnitud de los desafíos que aún persisten.
Aunque la malaria ha sido erradicada en 45 países, sigue siendo endémica en 83, siendo África el continente más afectado, con un 95% de los contagios a nivel global. La OMS advirtió que factores como el cambio climático, la resistencia creciente de los mosquitos a los insecticidas y los recortes financieros a los programas de lucha contra la enfermedad podrían poner en peligro los avances conseguidos.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, expresó en un comunicado que “cuando bajamos la guardia, la malaria resurge, afectando principalmente a los más vulnerables”. El experto hizo un llamado a un compromiso político renovado y a una inversión sostenida para erradicar la enfermedad.
Según datos de la OMS, más de 30 países enfrentan dificultades para mantener sus programas de lucha contra la malaria debido a recortes en la ayuda, incluidos los derivados de la congelación de programas de cooperación estadounidense. A esto se suman factores como el aumento de la resistencia de los mosquitos y la ampliación de sus hábitats debido al cambio climático, así como el incremento de los conflictos, la pobreza y el desplazamiento forzoso, que contribuyen a la mayor vulnerabilidad de las poblaciones a la malaria y otras enfermedades.
A pesar de estos retos, la OMS continúa trabajando en colaboración con gobiernos, organizaciones y comunidades para fortalecer los esfuerzos en la lucha contra la malaria, con el objetivo de reducir la mortalidad y avanzar hacia la erradicación global de esta enfermedad.