Un nuevo estudio del Instituto Weizmann de Ciencias revela los mecanismos que permiten a las células de cáncer de mama entrar en estado de latencia durante años y luego reaparecer con mayor agresividad.
El cáncer de mama, cada vez más tratable, puede resurgir décadas después de ser aparentemente erradicado debido a células tumorales que se desprenden del tumor original y permanecen ocultas en otros órganos. Aunque se sabía poco sobre los mecanismos de esta latencia, un estudio publicado en Science Signaling por el equipo del profesor Yosef Yarden arroja nueva luz sobre el proceso.
La investigación demostró que proteínas conocidas como OVOL, responsables de la maduración de las células epiteliales, inducen un estado de letargo en las células tumorales. Utilizando un modelo tridimensional de tejido tumoral y experimentos en ratones, los científicos observaron que la sobreexpresión de OVOL en células de cáncer de mama triple negativo detenía su ciclo de vida y fomentaba su entrada en latencia.
No obstante, aunque esta detención temporal podría parecer positiva, los investigadores descubrieron que, a largo plazo, las células latentes acumulan mutaciones en su material genético debido al estrés oxidativo. Este daño provoca que, al reactivarse, las células sean más agresivas y resistentes al tratamiento.
Un hallazgo clave del estudio señala que el estrógeno suprime la expresión de OVOL1, mientras que ciertos factores de crecimiento la potencian. Esto sugiere que cambios hormonales, como el aumento de estrógeno en mujeres posmenopáusicas, podrían influir en la reaparición del cáncer.
Los investigadores sostienen que comprender los mecanismos de la latencia celular podría no solo mejorar el tratamiento del cáncer de mama, sino también abrir nuevas vías terapéuticas para otros tipos de tumores malignos que atraviesan fases similares de dormancia.