China está tratando de combatir el fuego con fuego ante las persistentes acusaciones de dopaje que han perseguido a sus nadadores en París.
La Agencia Antidopaje de China pidió el jueves que se apliquen pruebas más minuciosas a los competidores estadounidenses de atletismo, citando en un comunicado de prensa escándalos pasados de dopaje.
Cuestionó la forma en que la Agencia Antidopaje de Estados Unidos manejó esos casos.
Las críticas de la agencia china se han hecho eco de los informes de los medios estatales controlados por el gobierno, que se quejan del doble rasero aplicado a los competidores chinos. Los informes han destacado las más de 600 pruebas a las que se sometieron los nadadores chinos en los Juegos de París, sin que se encontraran infracciones.
La Agencia Mundial Antidopaje y World Aquatics reconocieron que 23 nadadores chinos dieron positivo por una sustancia prohibida antes de los Juegos Olímpicos de Tokio. Los resultados no se hicieron públicos hasta que fueron revelados por los informes de los medios de comunicación a principios de 2024, y ambos organismos aceptaron la explicación china, de que las pruebas positivas fueron causadas por alimentos contaminados.
Después de que surgieron los detalles, Estados Unidos abrió una pesquisa en virtud de una ley aprobada en 2020 que otorga a las autoridades federales el poder de investigar presuntos casos de dopaje deportivo y los encubrimientos.
En una reunión en París esta semana, el jefe de la delegación olímpica de China le dijo a su homólogo estadounidense que China espera que Estados Unidos detenga su «jurisdicción de brazo largo» y garantice que los atletas de todos los países puedan participar sin problemas y de manera segura en los Juegos de verano de 2028, en Los Ángeles, y los Juegos de Invierno de 2034, en Salt Lake City, según la nota de un periódico deportivo oficial chino.