La compañía aeroespacial SpaceX realizó este lunes un ensayo de fuego estático en los motores de Ship 25.
El prototipo de etapa superior del Starship, que participará en la próxima prueba para alcanzar la órbita terrestre tras el primer intento en abril, cuando el cohete explotó minutos después de despegar.
Los seis motores Raptor, en la base del vehículo, se encendieron durante seis segundos en las instalaciones de Starbase de SpaceX en Boca Chica, Texas (EE.UU.).
Al respecto, el propietario de la compañía, Elon Musk, señaló en su cuenta de Twitter que se trata de un «hito clave para el segundo vuelo».
Recientemente, Musk adelantó que SpaceX necesitará unas seis semanas más para terminar de implementar cientos de cambios en el Starship.
Se han introducido más de 1.000 modificaciones desde el fallido lanzamiento de prueba de abril.
«Así que creo que la probabilidad de que el próximo vuelo funcione, o llegue a la órbita, es mucho mayor que el anterior», aseguró el magnate.
«Tal vez sea del 60 %; depende de lo bien que lo hagamos en la separación de etapas», agregó, explicando que los cambios más cruciales están en la forma en que el aparato se separa durante el lanzamiento.
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El hombre más rico del mundo también señaló que su empresa ha decidido apostar por el método de marcha en caliente, un proceso en el que los motores de la nave se encienden mientras el propulsor Super Heavy sigue acoplado.
«Es algo que los soviéticos y los rusos han utilizado en sus diseños espaciales», explicó el magnate. Además, el empresario reveló que la inversión en el proyecto Starship podría alcanzar los 3.000 millones de dólares este año.