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La compañía asegura que, aunque no se ha extinguido, «está contenido en una zona controlada».
Bomberos de Texas (EE.UU.) continúan este domingo sus esfuerzos por controlar el gran incendio en la planta química de Shell en el suburbio de Deer Park, en la ciudad de Houston, que se originó luego de una explosión registrada el viernes.
«El fuego reavivado en nuestras instalaciones aún no se ha extinguido. Sin embargo, está contenido en una zona controlada», comunicó en las últimas horas la empresa de hidrocarburos. El sábado por la mañana, Curtis Smith, portavoz de Shell, anunció que se había logrado apagar el fuego, pero revivió hacia las 15:00, hora local.
La explosión inicial tuvo lugar en una unidad de olefinas debido a un intercambio de calor entre dos gasóleos pesados que se produjo durante un «mantenimiento de rutina», según el alguacil del condado de Harris, Ed González, citado por el periódico Houston Chronicle.
Como resultado, se produjo una densa columna de humo negro, pero no se reportaron heridos. Nueve personas fueron evaluadas por posible exposición química y dadas de alta de hospitales locales el viernes. Shell advirtió hoy a los residentes y vecinos de que continuarán notando humo negro, llamaradas y un aumento del ruido de la instalación».
¿Peligro para la población?
Shell asegura que está monitoreando el aire y que no ha detectado «niveles nocivos de productos químicos que afecten a las comunidades vecinas». La Comisión de Calidad Ambiental de Texas visitó la zona para realizar pruebas de calidad del aire y tampoco reportó ningún nivel dañino de químicos en el aire.
Sin embargo, Air Alliance Houston, una organización sin fines de lucro que trabaja para reducir los impactos de la contaminación del aire en la población, cuestionó la evaluación de riesgos de la empresa británica y aseguró que sus declaraciones «son para el beneficio de las relaciones públicas de la industria y no para la salud pública».
«El humo del fuego, por definición, contiene material particulado, uno de los contaminantes del aire más peligrosos, que se aloja en los pulmones y causa problemas respiratorios […] Esta planta en particular fabrica olefinas, como etileno, propileno y butadieno, que son carcinógenos conocidos. Dado que la instalación tiene 24 horas para autoinformar sobre la cantidad de emisiones liberadas, afirmar que no hay daño es engañoso a sabiendas», recalcó la organización.
Shell también avisó que, como resultado de la gran cantidad de agua utilizada para controlar el incendio, se excedió la capacidad de almacenamiento de aguas residuales de la planta, motivo por el cual el agua de escorrentía estaba siendo «dirigida» al canal de navegación de Houston de manera «controlada». La compañía dijo que desplegaría una gran barrera física, como las usadas para contener los derrames de petróleo, para evitar que cualquier producto contamine el agua en el canal.